Como fotografiar gigantes en el pacifico?
En el Chocó, con su exuberante selva y su conexión íntima con el Pacífico, siempre me ha parecido un lugar lleno de vida y misterio. Pero nada se compara con el momento en que presencié el salto majestuoso de una ballena en sus aguas profundas.
Era una tarde nublada, el cielo se mezclaba con el mar en tonos de gris y azul, como si la naturaleza hubiera decidido mantener un perfil bajo para que la verdadera protagonista fuera ella: la ballena. Sabía que era temporada de migración, pero la expectativa no te prepara para el impacto de verla en vivo.
Con mi cámara lista y el corazón latiendo con fuerza, esperé pacientemente en el borde de la embarcación. Cuando finalmente emergió, su tamaño y elegancia me dejaron sin aliento. El salto fue rápido, pero cada segundo se sintió eterno. En el clic de la cámara, traté de capturar no solo la imagen, sino la emoción y el poder de ese instante.
La foto que salió de esa experiencia es mucho más que una imagen para mí. Es un recordatorio de la conexión entre lo humano y lo salvaje, de lo pequeños que somos ante la inmensidad de la naturaleza, y de lo privilegiados que somos al poder ser testigos de momentos así.
Si bien la ballena ocupa el centro de la escena, creo que lo más importante es lo que transmite: un llamado a proteger nuestros océanos y a valorar esos espacios donde la vida se muestra en su forma más pura y libre.
Esta fotografía no solo es parte de mi portafolio, sino que también tiene un lugar especial en mi corazón. Es por eso que decidí incluirla en la agenda: para compartir esa sensación de asombro y admiración con quien la vea, esperando que inspire a otros a buscar sus propias aventuras y a respetar la grandeza de la naturaleza.

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